martes, 11 de octubre de 2011

Murió el mismo dia que Jobs y nadie se enteró

De los buenos quedamos pocos, muere a los 89 años el Reverendo Fred Shuttlesworth, dirigente pro derechos civiles.

Entre los muy valientes hombres y mujeres que en la década del 60 lucharon por la igualdad racial en EUA, en la movilización que llega a conocerse ante la humanidad como el Movimiento pro Derechos Civiles, el reverendo Fred Shuttlesworth fue un gigante entre gigantes y, con motivo de su muerte el miércoles a los 89 años, Charles Cobb Jr., quien fuera organizador estudiantil en aquellos días, escribe una memoria en The Root. “No hubo nadie absolutamente como él, y es casi trágico que escasamente se le conozca fuera de Alabama o solo entre aquellos como yo, que tuvimos participación directa con el movimiento por la libertad. Su vida estuvo enmarcada por una lucha cambió el país y nos enseña el poder del compromiso”.

Dice que el reverendo Shuttlesworth fue inspirado por el boicot de autobuses de Montgomery — que comenzó a fines de 1955 cuando Rosa Parks, una mujer de raza negra, se negó a cederle el puesto a un hombre blanco, y la comunidad negra decidió boicotear el transporte público hasta que no tuvieran los mismos derechos que los pasajeros blancos.

En diciembre de 1956 Shuttlesworth formó el Movimiento Cristiano de Alabama por los Derechos Humanos, y anunció que él y los miembros de esta nueva organización empezarían a “montar integrados” en los autobuses de la ciudad de Birmingham, Alabama.
Agrega que el Ku Klux Klan reaccionó, lanzando seis cartuchos de dinamita a su casa y a su iglesia, que estaba al lado, socavando los cimientos, destruyendo el techo, destrozando los vitrales, entre otros daños.
Al día siguiente, sin embargo que era el día de Navidad, Shuttlesworth y otros pasajeros de raza negra montaron en los autobuses de la ciudad sin irse a la parte de atrás ni ceder sus puestos a los blancos.
Fue detenido junto con otras 20 personas, apunta.

Shuttlesworth diría más tarde que al sobrevivir los bombazos del Klan le había convencido de que Dios quería que fuera uno de los líderes de la lucha por la igualdad, en contra el racismo y la segregación.

Agrega que el Ku Klux Klan reaccionó, lanzando seis cartuchos de dinamita a su casa y a su iglesia, que estaba al lado, socavando los cimientos, destruyendo el techo, destrozando los vitrales, entre otros daños.

Al día siguiente, sin embargo que era el día de Navidad, Shuttlesworth y otros pasajeros de raza negra montaron en los autobuses de la ciudad sin irse a la parte de atrás ni ceder sus puestos a los blancos. Fue detenido junto con otras 20 personas, apunta.

Shuttlesworth diría más tarde que al sobrevivir los bombazos del Klan le había convencido de que Dios quería que fuera uno de los líderes de la lucha por la igualdad, en contra el racismo y la segregación.

Nada se puede escribir, concluye Charles Cobb Jr., que rinda el homenaje que merece este héroe anónimo del movimiento de liberación del sur. Por ello, cierra con las palabras del mismo Shuttlesworth: “Dios me hizo a prueba de dinamita”.

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